Estadio olímpico de Berlín


HITOS ARQUITECTÓNICOS LIGADOS A GRANDES EVENTOS DEPORTIVOS

Con la vigencia del Mundial de Fútbol de Brasil 2014 se está cuestionando desde muchos ámbitos -especialmente desde el propio Brasil- el gran dispendio de medios que conlleva la organización de un gran evento deportivo.

Posiblemente la cara más visible de este gasto sea la que se refiere a los recintos deportivos de nueva construcción, que siempre se han proyectado para ofrecer una imagen de grandeza y modernidad de los paises o ciudades anfitriones. La arquitectura como imagen icónica de propaganda, que ha derivado en una corriente arquitectónica propia. Auténticas catedrales paganas.

El factor diferencial entre un gran logro y un fracaso está en el uso efectivo y de imagen que se le logre dar al recinto una vez pasado el corto y tumultuoso período de tiempo que dura el foco de atención universal. En cómo envejezca y en el servicio que le preste a la comunidad. Sin duda hay ejemplos en ambos extremos. Barcelona 1992 o Alemania 2006 no se parecen a Atenas 2004 o Brasil 2014.

Vamos a tratar aquí de un estadio deportivo que se nos antoja una verdadera joya arquitectónica, el Olympiastadion de Berlín.

 

Berlín 1936, los juegos de Hitler.  Olympiastadion Berlín

Los juegos olímpicos de Berlín fueron concebidos como arma propagandística de gran alcance al servicio de la Alemania nazi y de su líder Adolf Hitler. Jamás unos juegos han ido tan estrechamente ligados a una persona (Vladimir Putin ha intentado algo parecido con los juegos de Sochi).

Se pretendió proyectar una imagen de Alemania y de la raza aria de triunfo y superioridad (aunque Jesse Owens daría al traste con ella) como primera potencia mundial que creían ser. En esta linea se proyectó un estadio colosal, de reminiscencias clásicas imperiales romanas y sobriedad de tradición germánica.

Pero que esto no nos empañe la visión. El proyecto de Werner March, construido sobre las existencias de un estadio proyectado por su padre en las afueras de Berlín, es un compendio de las mejores virtudes de la arquitectura monumental y deportiva, con una modulación refinada, gran armonía de formas y proporciones a la vez que pragmatismo.

March consigue dar exactamente la imagen que se le pide al estadio que, por otra parte, es un gran contenedor deportivo para disfrute del espectador asistente. Las utilitas, firmitas y venustas vitruvianas en su máximo espledor.

 

Alemania 2006, el mundial de la coherencia     Olympiastadion Berlin

En un entorno aun de gran expansión económica mundial, Alemania opta en su mundial por una “organización del reciclaje”. Aprovecha para poner en valor sedes existentes, que posteriormente se seguirán utilizando semanalmente y huye de los escenarios colosales. En este contexto se enmarca la cubrición y reforma del antiguo Olympiastadion de Berlín, que albergará, entre otros, la final del campeonato.

Aunque el estadio ya se había remodelado parcialmente para el anterior mundial de fútbol de 1974, es en esta remodelación de 2006 llevada a cabo por el estudio de arquitectura alemán GMP cuando se consigue la cuadratura del círculo.

El conjunto reformado consigue, cual El Padrino segunda parte, mejorar una obra existente de gran valor. Se diría que la cubierta colocada, de aspecto y lenguaje formal abiertamente modernos, forma parte de la concepción original, inequívocamente clásica. Seguramente a Wermer March le habría sorprendido y gustado el resultado final.    Olyimpiastadion Berlín interior

 

Si teneis ocasión de visitar Berlín, acercaos al estadio y disfrutadlo. Además, se encuentra a tiro de piedra de otra arquitectura que ha marcado el camino de los edificios de alojamiento, la Unité d’habitatión de Le Corbusier.